domingo, 20 de febrero de 2011

Curiosidades

En el extremo de una calle está el sujeto A: una joven con medias de rejilla y botas rosas, describiría la ropa pero es tan minúscula que no creo que sean relevantes los otros detalles.
En el otro extremo sale en acción el sujeto B: un hombre trajeado, atractivo, entrado en años, con maletín de serpiente en mano, correcto, elegante.
Ambos van andando, se cruzan en el punto adecuado. El sujeto A dirige al sujeto B una mirada de admiración y elogio. Sin embargo, el sujeto B lanza una vista general y efímera a A, ya que según él no puede desperdiciar su valioso tiempo en fijarse en lo peor de la sociedad; breve pero intensa mirada, ya que concentraba superioridad, desprecio, incluso asco en un sólo contacto ocular.
Es curioso. Es curioso porque el sujeto A escuchó muchas promesas acerca de ir a un país donde tener una vida mejor y ser libre, pero acabó en una mafia de la que no puede salir, amenazada de muerte.
También me produce curiosidad lo del sujeto B. Es curioso porque tiene la desfachatez de creerse superior al sujeto A mientras que él también se prostituye, no de la misma manera, pero se prostituye; da su cuerpo, su trabajo, su experiencia, a una empresa privada que en realidad no le aporta nada, sólo dinero en grandes cantidades, cometiendo los mayores fraudes y timos que haya podido existir, y lo sabe, lo sabe muy bien. Es curioso porque contribuye con una mafia y ha ayudado a que esa pobre chica llena de ilusiones acabe así, incluso siendo su fiel cliente.
Es curioso porque te joden la vida y aún por encima te miran mal.
Me inquieta que la dignidad de las personas se mida por el número de reptiles que se haya tenido que matar para conseguir un simple maletín.
Perdonen tanta repetición, pero simplemente, es curioso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario